¿Te preguntaste alguna vez quién fue el responsable de impulsar de manera acelerada la transformación digital de tu organización? Ante esta pregunta se esperan respuestas como: el director, el gerente o similar. Desde que el contexto de “nueva normalidad” hizo acto de presencia en el mundo, el mayor responsable de este cambio ha sido el Covid19. Las organizaciones están cambiando a una metodología ágil y flexible porque se ha convertido en la opción más acertada para innovar y resistir.
Se considera necesario responder a las necesidades en el ámbito de la innovación de metodologías. Esta nueva realidad que estamos atravesando a nivel mundial nos lleva a reconfigurar estrategias, procesos, talento y tecnologías, es por ello que la cultura y el capital humano deben ser lo más valorado y desarrollado en las organizaciones ágiles y flexibles.
¿Cuáles son algunos rasgos que caracterizan a las organizaciones ágiles y flexibles?
1. Trabajo colaborativo: una persona aprende mucho más interactuando con los demás de lo que aprendería por sí sola. Un trabajo realizado en forma grupal y colaborativa tendrá resultados mucho más enriquecedores para la organización. En este contexto sanitario por el Covid19 y los cuidados que se deben tomar en cuenta, hay herramientas tecnológicas que facilitan el trabajo colaborativo entre los miembros de un equipo. Ej.: Slack, Trello, Zoho Project, Zoom entre otras.
2. Líderes, no jefes: las estructuras verticales están desfasadas. En la actualidad los equipos horizontales donde todos pueden aportar, expresar y sumar ideas promueven confianza, compromiso y motivación en quienes integran la organización.
3. Visión integradora: los objetivos ya no son delimitados por departamentos o áreas, se apuntan a optimizar los logros de la organización en su conjunto. No se trata ya de pequeñas islas, sino de un todo que funciona orgánicamente.
4. Equipos multidisciplinarios: implementar un entorno laboral integrando las distintas habilidades y potenciando la creatividad a la hora de generar ideas o soluciones, favorece la colaboración y por ende el aprendizaje en un ambiente de inteligencia colectiva.
5. Gestión adecuada de emociones: queda claro que no siempre se puede controlar lo que ocurre en las jornadas de trabajo, sin embargo, hay situaciones que sí están bajo control y pueden ser evitadas para ganar en bienestar y satisfacción en el equipo. Ej.: si la señal de internet no es buena en la oficina y una reunión virtual imprevista surge, lo ideal es considerar opciones que pudieran subsanar el inconveniente sin que esto afecte negativamente el estado de ánimo que repercutirá en el desempeño que se pudiera llegar a tener durante la misma.
Ya no se trata de pasar por un proceso de cambio organizacional meramente estético basado en un concepto que es tendencia, se trata de ansiar y querer hacer las cosas desde otra perspectiva para que tu organización se adapte a las necesidades y continuos cambios a los que debe enfrentarse a diario en un mercado globalizado, tecnológico y dinámico.
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