Al cierre del mes de junio del corriente año, la actividad económica registró un crecimiento de 1,2% con relación al mismo mes del 2019, el acumulado presenta una variación negativa de 1,4% comparado al mismo periodo del año anterior, mientras que la serie sin considerar la agricultura y las binacionales creció en 0,7% interanual y de enero a junio -3,1%.
Esto se explica considerando el desempeño positivo registrado en la agricultura como efecto rebote de la soja y la ganadería, así como mayor dinamismo en los segmentos de manufactura en productos como carnes, aceites, lácteos, bebidas y tabaco. Así también, la construcción registró un crecimiento interanual debido a la reactivación en la ejecución de las obras, principalmente por el aumento de inversión en obras públicas a modo de generar mayor empleo en la economía.
Sin embargo, los servicios aún reciben el mayor impacto negativo considerando las actividades de hoteles, restaurantes, servicios a hogares, servicios a las empresas y transportes, mientras que otros servicios como telecomunicaciones, intermediación financiera, comercio y servicios gubernamentales han demostrado resultados positivos en este mes.
Si consideramos la generación de energía eléctrica, la menor demanda por parte de Brasil y Paraguay, así como el bajo caudal del río Paraná han generado una caída en su producción, lo que se traduce en menor actividad de las binacionales.
Por otra parte, el indicador de ventas ha registrado una variación positiva interanualmente, luego de tres meses de resultados adversos, según los datos del Estimador de Cifras de Negocios (ECN), el cual ha crecido 2,3% en comparación a junio del año anterior, mientras que el crecimiento semestral fue de -2,7%.
FUENTE: ELABORACIÓN MENTU CON DATOS DEL BCP
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